GUSTAVO Y SU AMIGO INTERNAUTA.
Había una vez un niño llamado
Gustavo,
que solía conectarse a
internet alguna vez a la semana, para ver qué se contaban sus
amigos en las redes
sociales.
Un día, mientras estaba
navegando por internet, empezó a hablarle, por equivocación, un niño de China.
Gustavo se quedó sorprendido
al ver que le escribía un niño con unos rasgos de la cara muy raros, y al que
no se le entendía nada…
Gustavo, a pesar de no
entender nada de lo que decía, llamó a sus padres para pedirles permiso para
hablar con el niño
Los padres le dijeron que sí,
que podía hablar con él, y cogieron unas sillas para sentarse al lado de su
hijo y conocer también a aquel misterioso niño Chino.
Los padres le explicaron a
Gustavo, que aquel niño era de otro país muy lejano, en el que todas las
personas tenían los ojos rasgados y la piel con un tono amarillento, pero por
lo demás son igual que el resto de la gente que conocemos.
Gustavo al ver que era un niño como él,
empezó a escribirle en español, y le dijo: “No
entiendo lo que me escribes, pero te digo Hola por si entiendes el español“.
Pasaron unos segundos, y el niño Chino volvió a
escribir, pero esta vez, para sorpresa de todos,
escribió en español… y dijo: “Hola,
soy de China pero estoy aprendiendo español en la escuela. ¿Quieres que seamos
amigos?”
Así fue como Gustavo hizo un
nuevo amigo muy muy lejos de donde él vivía. A partir de entonces, quedaban
todos los sábados en internet para contarse cómo les había ido la semana.
Tanto Gustavo como el niño
chino aprendieron, que otras personas, por
muy lejos que estén y muy distintas que sean, son personas como
nosotros y hay que
respetarlas y quererlas como al resto.
FIN
Bibliografía.
http://www.cuentosinfantilescortos.net/cuento-gustavo-y-su-amigo-internauta/#more-1721
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